LA TEORÍA CUÁNTICA CAMBIA LA VISIÓN Y EL QUEHACER PEDAGÓGICO

THE QUANTUM THEORY CHANGES THE VISION AND THE PEDAGOGICAL QUESTION

En este escrito quiero hacer una reflexión de orden pedagógico abordando los pilares que a mi parecer son determinantes en la concepción de un nuevo paradigma pedagógico:

-          Bioética

-          Visión holística

-          Multiplicidad

-          Interdependencia

-          Campos relacionales

-          Teoría cuántica

Disrupción o romper lo que no está roto.

Si bien mucho se ha escrito sobre las falencias de la pedagogía tradicional, valdría la pena recordar que el modelo de escuela que ha permanecido a lo largo de la historia hasta nuestros tiempos fue concebido en el marco de una revolución industrial que necesitaba formar cuadros de obreros útiles para las factorías y adiestrados en sus comportamientos domesticados. Sin embargo, el mundo cambió y nosotros seguimos formando jóvenes para un mundo que ya no existe. Con esto quiero decir que el modelo pedagógico debe nacer del momento histórico que nos correspondió vivir y del tipo de sociedad que queremos.

Las máquinas de vapor hace un buen tiempito fueron reemplazadas y estamos inmersos en una era digital, polifónica y llena de estímulos, muy característico de la postmodernidad. Ser consciente de esto nos permite establecer una verdadera comunicación de doble vía con los estudiantes para ir más allá de ser profesores discurseros. Sin embargo, y aunque la tecnología se viene imponiendo en todas las dimensiones de la cotidianidad, ha llegado el tiempo de respetar la vida, aprender de las leyes de la naturaleza que le han permitido sobrevivir desde tiempos inmemoriales y transmitir esta bioética a las nuevas generaciones. La relación respetuosa de los seres humanos con el resto de seres vivos es lo que realmente garantizará la sustentabilidad del planeta y de nuestras generaciones venideras. Si el conocimiento ya no es monopolio de las aulas de clase, las conductas de respeto a la naturaleza y a la vida humana, animal, medioambiental si pueden ser sensibilizados en los espacios pedagógicos, que por demás pueden ser no cotidianos ni convencionales. Los comportamientos fundamentados en una bioética que se trabajen en el acto pedagógico van a ser integradores del conocimiento y superan la fragmentación que se viene trabajando al dividir el saber en asignaturas. Esto nos obliga a los educadores a convertirnos en diseñadores de experiencias pedagógicas que conciban el mundo como un todo. De ahí que la visión debe ser holística, integradora, donde los estudiantes se vean abocados a relacionar las matemáticas con la geometría sagrada, la física con las energías de la naturaleza, la ecología con la salud. La equidad de género con la economía, y así con todas las disciplinas del conocimiento.

La física cuántica ha demostrado que todo está relacionado en el universo y que estamos en un permanente intercambio de materia, energía e información, de ahí que se hable de campos relacionales. Tal como lo afirmaba Gregory Bateson, hay que aprender a relacionar los objetos, entonces el rol del docente gira a provocar experiencias en las cuales se ensanche la mente pasando de una realidad limitada a una realidad múltiple, superar esa tradicional fragmentación del estudio a identificar un entramado de relaciones y al rescate de la sabiduría ancestral.

Es hora de que el docente suelte ese afán de controlar todo, perder el temor a la incertidumbre y abordar un portafolio de posibilidades que nos brinda la interdependencia de la vida. Esa inmersión en las leyes de la naturaleza, el respeto por la vida, la ecopedagogía, la interdependencia del conocimiento, el reconocimiento de la multiplicidad exige que abandonemos la rigidez de un currículo predeterminado, dando paso a ciertos grados de libertad para ser sorprendidos y que los procesos cognitivos sean fecundos.

Necesitamos entender que existe mucho más de lo que vemos y sentimos, la ciencia contemporánea lo ha demostrado a través de campos electromagnéticos, gravitatorios y de información, de esta manera, la práctica pedagógica logrará la aceptación de la diversidad y apreciar la riqueza del universo. Desde la teoría cuántica somos una nube de probabilidades y el saber ya no se centra en el objeto sino en la conciencia humana. La realidad se afecta de acuerdo con quien la observa, con la energía que transmiten sus pensamientos. La neurociencia se ha desplegado en esa trascendencia de espacio y tiempo de la conciencia. Todos estamos interconectados, todos somos uno con el universo, y las formas de medirlo se han quedado cortas. Los métodos de las ciencias tradicionales se han puesto en entredicho. Ahora es necesario observar nuestra conciencia para cambiar la realidad externa.

En conclusión, pensar en los futuros formativos implican resignificar la realidad, fundamentarse en  nuevas conceptualizaciones y diseñar situaciones de pedagogía no cotidiana en espacios abiertos para el viaje al conocimiento que haga sustentable la vida y fomente la verdadera libertad y felicidad del ser humano. A todo esto no pueden ser ajenas las instituciones, pienso en la reformulación del PEI cuyos pilares determinan no solo los contenidos, las prácticas sino incluso las formas de evaluación en la formación de ciudadanos planetarios que abandone de una vez por todas la anacrónica cosmovisión lineal y dar el paso a la complejidad. 

THE QUANTUM THEORY CHANGES THE VISION AND THE PEDAGOGICAL QUESTION

In this paper I want to make a pedagogical reflection on the pillars that in my opinion are decisive in the conception of a new pedagogical paradigm:

- Bioethics

- Holistic view

- Multiplicity

- Interdependence

- Relational Fields

- Quantum Theory

Disruption or break what is not broken.

Although much has been written about the shortcomings of traditional pedagogy, it would be worth remembering that the school model that has remained throughout history until our times was conceived within the framework of an industrial revolution that needed to form cadres of workers Useful for factories and trained in their domesticated behavior. However, the world has changed and we continue to form young people for a world that no longer exists. By this I mean that the pedagogical model must be born of the historical moment that we had to live and the type of society that we want.

The steam engines make a good time were replaced and we are immersed in a digital age, polyphonic and full of stimuli, very characteristic of postmodernity. Being aware of this allows us to establish true two-way communication with students to go beyond being lecturer teachers. However, although technology has been imposed in all dimensions of everyday life, it is time to respect life, learn from the laws of nature that have allowed it to survive from time immemorial and transmit this bioethics to the new generations . The respectful relationship of human beings with the rest of living beings is what will really guarantee the sustainability of the planet and our generations to come. If knowledge is no longer a monopoly of classrooms, the behaviors of respect for nature and human, animal, and environmental life can be sensitized in pedagogical spaces, which otherwise may not be everyday or conventional. Behaviors based on a bioethics that work in the pedagogical act will be integrators of knowledge and overcome the fragmentation that has been working to divide knowledge into subjects. This forces educators to become designers of pedagogical experiences that conceive the world as a whole. Hence the vision must be holistic, integrative, where students are forced to relate mathematics to sacred geometry, physics with the energies of nature, ecology with health. Gender equity with the economy, and so with all disciplines of knowledge.

Quantum physics has shown that everything is related in the universe and that we are in a permanent exchange of matter, energy and information, hence we speak of relational fields. As Gregory Bateson put it, we must learn to relate objects, then the role of the teacher turns to provoke experiences in which the mind is widened from a limited reality to a multiple reality, to overcome that traditional fragmentation of the study to identify a A framework of relationships and the rescue of ancestral wisdom.

It is time for the teacher to let go of this eagerness to control everything, to lose the fear of uncertainty and to approach a portfolio of possibilities that gives us the interdependence of life. This immersion in the laws of nature, respect for life, ecopedagogy, interdependence of knowledge, recognition of multiplicity requires that we abandon the rigidity of a predetermined curriculum, giving way to certain degrees of freedom to be surprised and that The cognitive processes are fruitful.

We need to understand that there is much more than what we see and feel, contemporary science has demonstrated through electromagnetic fields, gravitational and information, in this way, pedagogical practice will achieve acceptance of diversity and appreciate the richness of the universe. From quantum theory we are a cloud of probabilities and knowledge no longer focuses on the object but on the human consciousness. The reality is affected according to who observes it, with the energy that transmit their thoughts. Neuroscience has been deployed in this transcendence of space and time of consciousness. We are all interconnected, we are all one with the universe, and the ways of measuring it are short. The methods of the traditional sciences have been called into question. It is now necessary to observe our consciousness to change the external reality.

In conclusion, thinking about future formations involves resignifying reality, based on new conceptualizations and design non-daily pedagogical situations in open spaces for the journey to knowledge that makes life sustainable and fosters the true freedom and happiness of the human being. To all of these institutions can not be alien, I think of the reformulation of the IEP whose pillars determine not only the contents, the practices but also the forms of evaluation in the formation of planetary citizens that leaves once and for all the anachronistic linear worldview and Give way to complexity.

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JOHN HENRY VÁSQUEZ CALDERÓN

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